Mi más cordial enhorabuena porque ya iba siendo hora de que las Mujeres tuvieran protagonismos de otro tipo, esos que a los hombres les hace parecer cervatillos asustados en lugar de tigres de Bengala (de lo que siempre han presumido, supongo que a tenor del famoso salto...)En mi modesta opinión y aportación -yo que considero poseer al menos un 52 por ciento de mujer)solo me resta decir una cosa: ¡Gracias!!
DIVENIRE… Al ritmo de Ludovico Einaudi, y en día y medio –algo más para digerirlo- me leí DEVENIR PERRA de Itziar Ziga. Pensé ambientarme con la Pantoja pero… no se me antoja. Sólo por el título me animé a su lectura. Tal fuerza manifiestan estas 2 palabras arrejuntás que, sin duda, el libro no va a dejar indiferente a nadie. Menos aún si avanzas entre sus letras y adivinas esa Idea que esconde a cara descubierta. Página 96: …“Cristina grita y no se deja callar. La Señora se ofende por el tono de Cristina”… y entonces me saltan las lágrimas. Voy en tren, no en el pajarraco que va a 300 y vale 50, este borreguero tarda 3 horas y vale 10, parando en todos y cada uno de los pueblitos de la ruta. ¿Quien dice que el tiempo no es dinero? Tenerlo es ser rico y aunque apriete el final de mes y, en ocasiones siente bien un Nesquik –otros dirían un rápido y sucio-, la vida es mejor lenta. Resuena el gemido de l@s diferentes, de la no identidad única, de l@s que se mean en el capital, y, este es el valor del libro, de estas experiencias de personas ¿biomujeres? de carne y hueso, retratadas con alegre bolígrafo. Aunque tod@s somos parte de este TODO que es UNO, la pretensión de los que ostentan el poder terrenal es la uniformización, el trueque de libertad por seguridad, su bienestar a costa de los muchos y, entonces dejamos de ser y nos convertimos en aburridas calcomonías de lo que toca y se espera. La dualidad seria frente al risueño arcoiris. Este libro, y es con lo que me quedo… plantea el fin del género, tal vez ir más allá de él, abrir un debate nuevo que no lo es tanto. Oigo transfeminista y me parece valiente y necesario, ya que much@s quedaban fuera. ¡Trans, trans trans! resuena a copla del XXI. De forma muy diferente al estúpido macho que planteó el final de la historia, la autora sugiere algo con más acierto y gracia y, por supuesto con voluntad liberadora. Somos personas –como también oí decir el otro día a Khandro Rinpoché- y…todo lo demás lo dicta la cultura o mejor dicho la in-cultura patriarcal y machista, y capitalista, y seria, y aburrida… que sofoca a tant@s.
Por mi parte decir que, ya desde peque viví este debate, lo que me ha llevado a dar tumbos durante mucho tiempo… ya entonces empezó a sonar la palabra marica y claro, hizo mella. Cuanto tiempo, tropiezos, terapias, juegos, lágrimas, hasta encontrarme a gusto conmigo. Hasta darme cuenta que soy transitorio, con un embalaje de hombre, pero sin identidad alguna, más que la mía ¿? Lejos de cualquier etiqueta –hetero, gay o perro-. Como mucho acepto la de humano, y mi sexualidad es mía y le doy la forma que me gusta según el momento. Al igual que mi labor en casa y fuera, no se supedita a ningún rol. Itziar dinamita el género, y no desde un feminismo del poder, correcto, o del gaycismo guapo y consumista en que hemos convertido este planeta en nombre del desarrollo y el progreso. El orden impone rótulos en favor del bienestar de 4, y encima malfollad@s -si no vean los números del negocio de la prostitución ¡no a la prohibición!-, por que la mayoría es plural como la verdad. Aunque ésta solo pueda ser vivida, ni mucho menos enseñada o leída. Me encanta aprender, o mejor dicho desaprender que es lo que desde hace ya un tiempo intento ejercitar, y algo me ha enseñado este libro… cacho perra. Gracias por tus letras, por compartir tu manada y sus vivencias, Y aunque me parece que la liberación es un proceso de toma de conciencia de cada cual. Todo surge del conocerse a un@ mism@ y del fluir con la vida, el ir más allá de las etiquetas es un primer paso. Para acabar decir que la Señora Perra Ziga comenta la fuerza vital que para un hombre tiene el vestirse de mujer, la catarsis que supone, yo aspirante y aprendiz planteo el jugar con tu culo, porque como el ombligo, ambos nos iguala y asemeja. Son olvidar que tod@s deseamos ser felices y que el Amor es lo más, suerte y un cariñoso abrazo. Angel
Mi más cordial enhorabuena porque ya iba siendo hora de que las Mujeres tuvieran protagonismos de otro tipo, esos que a los hombres les hace parecer cervatillos asustados en lugar de tigres de Bengala (de lo que siempre han presumido, supongo que a tenor del famoso salto...)En mi modesta opinión y aportación -yo que considero poseer al menos un 52 por ciento de mujer)solo me resta decir una cosa: ¡Gracias!!
ResponderEliminarirreductible, me ha encantado lo de mutar de tigre a cervatillo, gracias a ti!!!!!
ResponderEliminarDIVENIRE… Al ritmo de Ludovico Einaudi, y en día y medio –algo más para digerirlo- me leí DEVENIR PERRA de Itziar Ziga. Pensé ambientarme con la Pantoja pero… no se me antoja.
ResponderEliminarSólo por el título me animé a su lectura. Tal fuerza manifiestan estas 2 palabras arrejuntás que, sin duda, el libro no va a dejar indiferente a nadie. Menos aún si avanzas entre sus letras y adivinas esa Idea que esconde a cara descubierta.
Página 96: …“Cristina grita y no se deja callar. La Señora se ofende por el tono de Cristina”… y entonces me saltan las lágrimas.
Voy en tren, no en el pajarraco que va a 300 y vale 50, este borreguero tarda 3 horas y vale 10, parando en todos y cada uno de los pueblitos de la ruta. ¿Quien dice que el tiempo no es dinero? Tenerlo es ser rico y aunque apriete el final de mes y, en ocasiones siente bien un Nesquik –otros dirían un rápido y sucio-, la vida es mejor lenta.
Resuena el gemido de l@s diferentes, de la no identidad única, de l@s que se mean en el capital, y, este es el valor del libro, de estas experiencias de personas ¿biomujeres? de carne y hueso, retratadas con alegre bolígrafo.
Aunque tod@s somos parte de este TODO que es UNO, la pretensión de los que ostentan el poder terrenal es la uniformización, el trueque de libertad por seguridad, su bienestar a costa de los muchos y, entonces dejamos de ser y nos convertimos en aburridas calcomonías de lo que toca y se espera. La dualidad seria frente al risueño arcoiris.
Este libro, y es con lo que me quedo… plantea el fin del género, tal vez ir más allá de él, abrir un debate nuevo que no lo es tanto. Oigo transfeminista y me parece valiente y necesario, ya que much@s quedaban fuera. ¡Trans, trans trans! resuena a copla del XXI.
De forma muy diferente al estúpido macho que planteó el final de la historia, la autora sugiere algo con más acierto y gracia y, por supuesto con voluntad liberadora.
Somos personas –como también oí decir el otro día a Khandro Rinpoché- y…todo lo demás lo dicta la cultura o mejor dicho la in-cultura patriarcal y machista, y capitalista, y seria, y aburrida… que sofoca a tant@s.
Por mi parte decir que, ya desde peque viví este debate, lo que me ha llevado a dar tumbos durante mucho tiempo… ya entonces empezó a sonar la palabra marica y claro, hizo mella. Cuanto tiempo, tropiezos, terapias, juegos, lágrimas, hasta encontrarme a gusto conmigo. Hasta darme cuenta que soy transitorio, con un embalaje de hombre, pero sin identidad alguna, más que la mía ¿?
Lejos de cualquier etiqueta –hetero, gay o perro-. Como mucho acepto la de humano, y mi sexualidad es mía y le doy la forma que me gusta según el momento. Al igual que mi labor en casa y fuera, no se supedita a ningún rol.
Itziar dinamita el género, y no desde un feminismo del poder, correcto, o del gaycismo guapo y consumista en que hemos convertido este planeta en nombre del desarrollo y el progreso.
El orden impone rótulos en favor del bienestar de 4, y encima malfollad@s -si no vean los números del negocio de la prostitución ¡no a la prohibición!-, por que la mayoría es plural como la verdad. Aunque ésta solo pueda ser vivida, ni mucho menos enseñada o leída.
Me encanta aprender, o mejor dicho desaprender que es lo que desde hace ya un tiempo intento ejercitar, y algo me ha enseñado este libro… cacho perra.
Gracias por tus letras, por compartir tu manada y sus vivencias, Y aunque me parece que la liberación es un proceso de toma de conciencia de cada cual. Todo surge del conocerse a un@ mism@ y del fluir con la vida, el ir más allá de las etiquetas es un primer paso.
Para acabar decir que la Señora Perra Ziga comenta la fuerza vital que para un hombre tiene el vestirse de mujer, la catarsis que supone, yo aspirante y aprendiz planteo el jugar con tu culo, porque como el ombligo, ambos nos iguala y asemeja.
Son olvidar que tod@s deseamos ser felices y que el Amor es lo más, suerte y un cariñoso abrazo.
Angel